La infancia se caracteriza por ser una etapa de gran curiosidad, observación, descubrimiento, creatividad, entre muchos otros aspectos. En este momento de primeras veces y experiencias, es importante como cuidadores brindar un espacio óptimo, seguro e interesante para que las diferentes habilidades se potencialicen y así cada niño a través de una guía de contención, respeto y amor, poco a poco vaya reconociendo gustos, preferencias y pasiones.
El arte en este proceso juega un papel primordial, al ser una herramienta idónea de expresión para plasmar ideas, pensamientos y sentimientos desde varias perspectivas. Por lo tanto, queremos mencionarles algunas de las razones por las que no debemos prescindir en escenarios familiares, académicos, culturales y sociales de actividades cómo la pintura, el teatro, la danza, el tejido, la escultura, la música, etc. Como bien lo expone, la psicóloga española (Calandín), son múltiples las bondades que nos ofrece, cómo:
Mejora la motricidad. los pequeños aprenden a regular los movimientos de sus manos y a desarrollar conexiones cerebrales relacionadas con las habilidades en artes plásticas.
Aumenta su autoestima. Los pequeños pueden alcanzar grandes logros personales alentados por el instructor y por el resto de sus compañeros y esto fortalecerá de manera positiva su auto concepto.
Les ayuda a relajarse En este proceso los sentimientos se expresan por medio de colores y formas, de manera divertida y distendida lo que lo convierte en un proceso placentero para ellos, ya que, aún se comunican con dificultad.
Estimula ambos hemisferios cerebrales. Mediante dibujo y la pintura se estimulan ambos hemisferios cerebrales, tanto el izquierdo como el derecho. El izquierdo implica el lado lógico y racional, mientras que el derecho se relaciona con nuestra creatividad y nuestras emociones. Se trata de dar alas a nuestra imaginación y de dejarla volar para que nuestros pensamientos más profundos también puedan aflorar y plasmarse.
Concentración. La pintura requiere concentración y atención. Pintar es un trabajo minucioso que les va a permitir olvidarse del entorno y que fluyan, haciendo que el tiempo pase sin que se den cuenta. Este estado de concentración más profundo se llama Alpha y ha sido objeto de numerosos estudios. Se trata de un estado durante el cual una parte del cerebro está consciente y la otra permite surgir al inconsciente.
Desarrolla habilidades para resolución de problemas. Pintar estimula el crecimiento de las conexiones cerebrales, lo que hará que sean más rápidos a la hora de pensar en posibles alternativas como soluciones. Genera un pensamiento más flexible.
Después de conocer múltiples beneficios que tiene el arte para el desarrollo en la infancia, al finalizar es indispensable expresar que también es un facilitador para enseñar aspectos culturales de una manera dinámica y entretenida brindando conocimiento acerca de costumbres, creencias y prácticas fomentando la identidad y también aproximándonos a diferentes comunidades, grupos étnicos, etc., con sus respectivas cosmovisiones permitiendo construir una sociedad más tolerante, empática y solidaria, al reconocernos desde la diversidad.
Bibliografía
Calandín, Amparo . Amparo Calandín. s.f. https://www.amparocalandinpsicologos.es/amparo-calandin/.
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